Ayer, tras haberlo acordado con Javi Sánchez en la noche anterior, en una mañana de agua aterradora, nos dispusimos a salir de ruta. Nuestra primera intención era subir por la zona de Valdecañas, pero ante la perspectiva climatológica - sobre todo por la niebla - decidimos bajarnos al más seguro Camino del Navazuelo.
Dejamos el coche junto a la A-339 y provistos de los trajes de agua empezamos a subir por el carril, muy firme y sin barro. La lluvia arrecia, a partir de determinada altura ya es nieve y el km. 4 se convierte en una infernal ventisca que nos hace deternernos y dar la vuelta en busca del coche. Como a un km. del punto de partida, para poder tomar el bocata a resguardo, subimos a un cortijo abandonado propiedad de Dominguillo el poeta. Comemos de pie y de prisa, las mochilas gotean y para no enfriarnos decidimos reemprender la marcha sin demora hasta el vehículo. Allí nos desprendemos de los trajes de agua y salimos dirección Priego con la calefacción a tope.
En fin, una experiencia más, húmeda pero no más dura que la subida a un pico de rojizo nombre.
lunes, 15 de diciembre de 2008
14 de diciembre: mojada increíble en el Camino del Navazuelo
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2 comentarios:
Está claro que sólo la metereología adversa os detiene, Rafael. La salud, es lo primero.
A ver la cual será la próxima escapada.
Felices Fiestas.
Un abrazo.
Bueno Toñi, la verdad es que ahora tengo la aceituna por delante, quizás a mediados de enero podamos retomar nuestra actividad. Gracias por tu comentario.
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