Comenzaré diciendo que no estaba muy seguro de mis fuertas y la primera intención era dejarlo cuando empezaran al faltar. La niebla que nos despistó algo a todos me hizo desistir de volverme en solitario por un terreno que no conozco muy bien. Tras casi cuatro horas de ascenso por unas laderas muy escarpadas y con niebla muy agobiante logramos llegar a la cima del Bermejo en la que hay una caja metálica con cuadernos en los que estampamos nuestras impresiones. En muchos momentos de la subida pensé que no lo lograría pues los descansos que tenía que hacer eran cada vez más frecuentes. Gracias a Vicente, Manolo Rico, Miguel, José María, Agustín y JM por soportar mi lentitud y esperarme.
Para la bajada, a fin de evitar los peligros que conllevaba la misma por el lugar de subida debido a la niebla, decidimos descender hasta el carril que conduce al Puerto del Cerezo, algún tirón en los abductores me pasó factura pero poco a poco llegué al camino que nos llevó hasta el cortijo y el Camino de Jaula. Varios de los más veloces se adelantaron por el camino viejo de Rute para recoger los coches estacionados en la A-3226 junto al carril del Cortijo el Torcal y venir a recogernos a la Fuente Barea.
Creo que pasará un tiempo antes de que vuelva a intentar una aventura de estas características. Cuando disponga de las fotografías que ha realizado José María Varo, que nos acompañaba por primera vez, las iré colgando.
domingo, 19 de octubre de 2008
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